"COMUNICADO OFICIAL”:

Así que…

Hacemos yoga para mejorar nuestros cuerpos densos y sutiles, de modo que podamos expresar de manera eficaz la verdad espiritual que somos. Sin embargo, un cuerpo lleno de apegos, vanidad, lujuria, ira y deseos de control y goce sensorial egoico puede impedirnos alcanzar este propósito.

Por ello, nos dirigimos a un centro de yoga occidental, con la intención de ser guiados en este camino hacia la meta final.

Nos hablan de Patanjali, y con él nos aconsejan perfeccionar los diferentes asanas. Nos explican que es necesario superar las dificultades que nos impiden realizar estas posturas y respiraciones, requisitos esenciales para obtener el resultado esperado del yoga auténtico.

Pero…

Nos dicen que podemos empezar mañana por la tarde, una vez acordado el precio de esta actividad yóguica.

Sin embargo, no nos dicen que, en nuestra condición actual, este comienzo es imposible.

Además, nos ocultan (intencionadamente o no) que Patanjali, en sus Yoga Sutras, establece claramente que:

El yoga preliminar lo constituyen tres condiciones exigidas:

1️⃣ Austeridad – O, al menos, llevar una vida sencilla, pacífica, no violenta y con un pensamiento elevado.

2️⃣ Estudio – Que nos conduce al conocimiento profundo de nosotros mismos.

3️⃣ Entrega sincera a ISVARA – El Señor Supremo, el Controlador Supremo.

Y entonces…

Cuando uno establece una forma de vida sólida y estable, recién entonces puede comenzar la práctica del yoga, pues ya estará suficientemente capacitado.

¡Ay! Patanjali, al imponernos esta condición triple, nos está revelando que ella es más importante para el éxito en el yoga que incluso los 8 pasos del Raja Yoga que describe después.

Así que… una vez sabido esto…

¡ÁNIMO, ADELANTE, AHORA!